Debería haber hecho este post antes por si a alguien le sirviera para un regalo especial de Reyes, pero nunca es tarde para la buena lectura y el disfrute de unas ilustraciones hermosas. Estas son mis recomendaciones en la categoría de álbumes ilustrados.
Lo primero que debería aclarar es que un álbum ilustrado no es un cuento. Bueno, sí lo es, pero con unas características especiales. En los álbumes ilustrados la imagen tiene al menos tanta importancia como el texto (sino más), no son un simple acompañamiento, sino que también cuentan la historia
a través del lenguaje visual.
Para mí, los álbumes ilustrados tienen una gran importancia en lo que respecta a la educación estética de los niños y niñas, en lo que es bello y hermoso y merece ser cuidado y admirado.
Un álbum hermoso como lo es por ejemplo mi regalo de Reyes del año pasado "El herbolario de las hadas" de Benjamín Lacombe, despierta en quien lo tiene en sus manos sin quererlo el instinto de tratarlo con mimo y cuidado como el gran tesoro que es.
Un libro sin embargo de formato endeble con unas ilustraciones sin alma provoca desdén y descuido.
Tener en casa los libros situados en una biblioteca cuidada y no apilados de cualquier manera también ayuda al igual que la selección de los mismos a desarrollar el respeto, el orden y el cuidado por las cosas en general y por los libros en particular.
En mi casa los libros eran apreciados, no eran un objeto que pudieras coger de cualquier manera: no se doblaban 360º, se pasaban las hojas con cuidado, por supuesto no se pintaban ni se doblaban las hojas, ni siquiera escribía mi nombre en la contraportada porque eso era una especie de sacrilegio que rompía el hechizo del libro. Creo que esa manera de tratar a los libros se ha hecho extensiva a mi amor por la literatura, algo que espero contagiar a mis hijas.
Bueno, no sé cómo me ha salido este "speech" literario de repente, pero aquí os presento sin más dilación los elegidos de hoy.
"El pequeño teatro de Rebecca" de Rebecca Dautremer, una de mis ilustradoras favoritas.
"Ondina" de Benjamín Lacombe, qué puedo decir de él... creo que sus imágenes hablan por sí solas.
Una pequeña muestra de cómo se usa...
Es tan sencillo que, de hecho, yo me lo voy a pedir en inglés para usarlo en mis clases: ¡éxito asegurado!
5 comentarios:
Pues yo siempre he sido de plantar mi nombre en la primera página :) Pero los he cuidado siempre muchísimo. Aunque tengo otra manía que a mi marido le pone de los nervios: subrayo alguna frase que me he gustado especialmente. Lo odia, ja, ja.
muchísimas felicidades y muchísimas felcidades para ti y tu preciosa familia, ya incorporadas a la vorágine de la escuela empezamos a tener menos timepo aún, espero q hayáis tenido unas Navidades como os merecéis. un beso muy fuerte.
Yo sí soy de firmar los libros en el momento en que lo adquiero, comprado o regalado, y poner la fecha y el lugar. Así como Anele, de subrayar lo que me llama la atención. Luego, con el paso de los años, me gusta verlo.
En mi familia, siempre se ha tenido un afecto especial por los libros, pero en mi caso, le he echado énfasis y lo mio es pasión. A mi hijo le indico también que ponga cuidado con los libros desde muy peque, y se nota que lo hace al pasar las páginas o pedir permiso para coger los libros "de mayores". Disfruto viéndolo buscar entre su "biblioteca", eligiendo un tomito y sentándose al lado para leerlo, viéndole observar, leer y pasar las páginas. Es un goce para mi, la verdad.
Respecto a Rebecca Deutremeer y Lacombe, etc... Increíbles. Soy auténticas obras de arte y yo les tengo hecho un hueco en mis estanterías. Además, le voy haciendo la colección de Lacombe a la peque de un amigo allá en Argentina, donde llegan más tarde, y la chiquilla los disfruta tremendamente porque también tiene el gusto por los libros.
(Lo siento. Glups. Me enrollé...)
Nada de los siento!!! Me ha encantado tu comentario! A enrollarse todo el mundo!!!
Creo que os puede interesar:
Max y su sombra es una historia entrañable entre un chico y su sombra, un diálogo donde los silencios son más importantes que las palabras. Un diálogo que consigue dar respuestas sencillas a preguntas que nos hemos hecho desde que el mundo es mundo y que solo los niños se atreven a preguntar con una inocente crudeza.
http://joseluisregojo.blogspot.com.es/2013/01/max-y-su-sombra.html
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