Datos curiosos como que la fuente de la plaza de España tiene forma de barco porque en una de las inundaciones que sufrió Roma un barco llegó hasta allí. O que las escalinatas de la plaza se construyeron para unir la iglesia de Santa Trinitá dei Monte con la embajada de España a ver si mejoraban las relaciones entre España y Francia pues la iglesia es francesa.
En Roma cada nación tiene su iglesia, de tal manera que cualquier persona (de un país que haya sido históricamente católico supongo) que acuda a Roma pueda escuchar una misa en su idioma.
Otro dato: si váis a Roma podréis daros cuenta de que delante de cada iglesia hay un obelisco. Estos "obsequios" egipcios que los romanos se traían en conmemoración de batallas y territorios conquistados fueron derribados al considerarse como un elemento pagano con la llegada de los Papas. Los obeliscos se encontraban simplemente tirados por los suelos de Roma hasta que a Sixto V se le ocurrió la genial idea de utilizarlo como postes de señalización para los numerosos peregrinos que visitaban la ciudad Santa.
Roma es la ciudad con más obeliscos del mundo (un total de 13). Cuenta con el mayor del mundo situado frente a la catedral de Roma (S. Juan de Letrán) y el segundo más alto se colocó en la plaza de San Pedro en el Vaticano.
Después de visitar la plaza de España le tocó el turno a otro sitio emblemático de Roma: la fontana de trevi. Cualquier persona que haya estado allí sabe de su belleza que sorprende aún más por el sitio en el que está, en medio de una minúscula plaza, la doblar una esquina no te esperas encontrar esa "peaso de mole" que es la fontana. Bellísima.La Fuente del Moro, bajo las ventanas de Palazzo Pamphili, fue embellecida por el Bernini, colocando uno de sus usuales delfines sujetando sobre la cola un caracol. La fuente inicialmente fue llamada "del Caracol", pero no gustaba ni a los Pamphili ni al pueblo, por lo que fue sustituido por "el Moro", un busto de etiope, que dio nombre a la fuente.
Al otro lado de la plaza esta la de Neptuno, la cual, no teniendo una Doña Olimpia que la protegiese, permanecio durante bastante tiempo abandonada, sin la estatua central: esta resale a 1873, cuando el ayuntamiento de Roma, despues de un concurso, concedio la obra al siciliano Zappalà y al romano Della Bitta, autor del Neptuno.
Otra de las historias curiosas referidas a la Piazza Navona es que solían cerrar los desagues de las 3 fuentes, dejando desbordar el agua hasta cubrir la parte central de la plaza, que era concava. Nobles y pobres se divertian: los primeros atravesando la plaza a caballo o en carroza, los segundos revolcandose y empujando al agua las carretas. El "lago de plaza Navona" se convirtió en una costumbre estiva y por casi dos siglos, el sabado y el domingo del mes de agosto, la plaza de inundaba, hasta que en 1866, Pio IX suspendio la diversion.A partir de 1870, con Roma capital de Italia, plaza Navona fue pavimentada y fue construida la acera central: esto significa que la plaza se hizo convexa en lugar de concava, haciendo imposible el reestablecimiendo del "lago". Pero esto no elimino definitivamente el caracter ludico-festivo de la plaza: durante la Epifania la plaza se llena de puestos, juguetes, Befanas o Papa Noeles, casi no queriendo abandonar el juego y la alegria que durante siglos la han acompañado, de lo que puedo dar fe pues en nuestro anterior viaje a Roma por Navidad la plaza estaba repleta de puestecitos de adornos de Navidad maravillosos.
Y por fin terminamos nuestra meteórica visita a Roma en el Vaticano. A estas alturas de la tarde con un calor de unos 45 grados y teniendo en cuenta que ya habíamos visitado el Vaticano, nos metimos en una cafetería con aire acondicionado a disfrutar de un capuccino italiano mientras el resto del grupo hacía cola al sol para entrar.
To be continued....
Próxima parada: Nápoles y Pompeya.