En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños.
Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo:
- «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
- Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Los pastores acudieron con "lo puesto" y aportaron lo que tenían.
No hacen falta grandes gestos. La amabilidad, los pequeños gestos cotidianos pueden cambiar el mundo. Y como muestra un botón...
4 comentarios:
Me encantan tus figuras, que mano tienes, yo soy incapaz de coser dos puntos iguales :P
Gracias Bertha. Todo es ponerse. Aunque no lo creas cuando era pequeña era un desastre con la aguja, aún me acuerdo de los "petit points" que hacía en el cole... que horror!!! jejeje
Estoy encantada con estas entradas Susana!! Y por supuesto, opino como Bertha: MEnudas manos tienes!
Gracias por tus palabras Blas, me alegro de que te gusten!!
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