Pues me respondo a mi misma... sí, eres capaz de volver a subirte a unos patines, a pesar de los moratones y el cansancio.
Esta vez nos fuimos a un parque planito, que el carril bici está muy bien pero yo creo que es para cuando ya sabes un poco más.
Julia se estrenó de la mano de Peter y yo fui solita!!!!
Jajajaja, hay que animarse a uno mismo...
Bueno, mi pie izquierdo parece que iba mejor que el día anterior y ya fui capaz de patinar sola a una velocidad de crucero pero para el segundo día no estuvo mal.
Ya estoy deseando que llegue el tercero... jejeje
Si ya has superado dos días y sigues con ganas, es indicativo de que repetirás.
ResponderEliminarA mi me gustaba patinar sobre hielo, no se me daba mal, aunque desde luego no era lo mio. Y ahora cuando veo los patines me resultan lo más parecido a un instrumento de tortura: Tortura psicológica por falta de autoestima imaginándome allá arriba subida y abajo de inmediato, por supuestísimo....
La foto de aprendizaje de tu marido es estupenda!
Un abrazo!
¡Ánimo, que tú puedes!
ResponderEliminarPues claro que puedes, mujer ¡ánimo!
ResponderEliminarHombre no hay dos sin tres...jejeje.
ResponderEliminarJo, yo nunca he pasado de ir despacito y cayéndome cada pocos metros.
ResponderEliminarTus niñas están graciosísimas con los patines :)
Qué atrevida, jamíaaa, yo sí que no me he montando nunca sobre patines, la bici y para de contar...
ResponderEliminarEspero que sigais disfrutando todas juntas, cómo se nota que os divertís!!!