viernes, 2 de septiembre de 2011

La familia que patina unida...



Este verano ha sido un poco especial para todos los que vivimos en el Norte, y cuando digo especial en realidad quiero decir una p... m... en cuanto al tiempo, quiero decir. Creo que he ido a la playa unos 6-7 días en todo el verano. Pero claro, con tres niñas en casa algo había que hacer todas las tardes, así que las compramos unos patines y hemos ido ciudad arriba ciudad abajo recorriendo todos sus carriles bici, y la verdad es que ultimamente han puesto unos cuantos y hemos hecho bien de ejercicio (porque ellas iban en patines pero yo iba cuasi corriendo detrás.... jejeje).


Tengo que decir que me ha maravillado lo rápido que lo han pillado porque actualmente ya no se llevan los patines de cuatro ruedas que llevaba yo de niña sino los llamados "en línea" bastante más complicados. Y en dos días ya iban que se las pelaban.


Ayer fuimos a comprar unos patines para Julia que no tenía (pero a ella se los hemos comprado de los que se abren las ruedas (una delante y dos detrás) y Pedro y yo nos dijimos que porqué no nos animábamos nosotros también y así íbamos todos sobre ruedas.


Como yo tengo un mini-pie me cogí unos patines infantiles de los baratillos (para empezar...), pero los de Pedro ya se subían mucho de precio así que al final decidió no cogerlos.


- Alguien tendrá que sujetar a Julia hasta que aprenda.


Hoy nos hemos estrenado.


Hemos ido al carril bici que hay por el aerouerto que ciertamente es un recorrido precioso y está lleno de gente.


Ahi me tienes a mi que no me ponía unos patines desde los 80, y además que los que yo usaba eran de cuatro ruedas. Con mis rodilleras, mis coderas, mis muñequeras... y haciendo un ridículo espantoso!!!!! jajajaja


Menos mal que Pedro fue sin patines y me podía agarrar a él!!!!


No iba mal del todo, al menos con el pie derecho, pero el pie izquierdo, no sé, no tenía bien cogida la postura, pisaba mal... el caso es que iba como torcido y todo el rato apoyado sobre la parte interior de la espinilla, haciendo ahi fuerza y claro, empuja, empuja, empuja... todo el rato en la misma zona... legó un momento que cada zancada me dolía una barbaridad, así que me quité los patines.


Como me los compré tirando a grandes y además eran extensibles Pedro hizo la prueba y se los puso, (con lo que yo me puse sus zapatos) así que si antes íbamos haciendo el ridículo entonces ya ni te cuento.



Y mientras las niñas dándonos lecciones:

- Mira papá, se hace así, venga, inténtalo.

Como yo no tengo la fortaleza de Pedro agarrando finalmente se pegó la consabida culada y volvimos a cambiar los patines.


Ahora mismo tengo los pies que ni les siento y en la parte famosa de la pierna contra la que me iba golpeando continuamente con la bota del patín me va a salir un bonito moratón, así que me pregunto dos cosas:


- 1º Cómo pudieron mis hijas calzarse otra vez los patines al día siguiente de un primer día que debió ser en dolores parecido a este??? (y es más, que lo estaban deseando!!!!)

- 2º Seré capaz de volver a subirme en los patines???


No sé, no sé. Yo me repito la frase de Ana mi galleguiña, ánimo Susana que tu puedes, pero no lo veo claro...

2 comentarios:

Cloti Montes dijo...

Jajaja, qué valientes.
Lo de que hoy te duela todo es por la edad, jajaja
Bsssssss
Cloti

Bertha dijo...

Ahi que recuerdos, yo creo que me pongo unos patines y segidamente me caigo de culo, eres muy valiente y ti marido tanbien, lo de tus niñas es normal, los niños estan echo de otra PASTA...jeje, y si recuerda cuando eras jovencita, nos tenian que llamar para volver a casa que si fuera po nosotr@s no volviamos, OH NO?

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