viernes, 10 de diciembre de 2010

Un viaje al pasado



El viernes por la noche después de una quemada descomunal y de haber intentado inútilmente acceder a Londres por cualquier medio de transporte: bus, tren o barco... decidimos que nos vendría bien relajarnos un poquito.

La oferta de balnearios en Cantabria no está nada mal. Bien conocido es el de Puente Viesgo, donde ha acudido la selección española en varias ocasiones. Pero tanto éste como el de Solares y el de la Hermida estaban al completo.

Así que nos dirigmos al balneario de Liérganes, situado en una bella localidad donde es famoso su puente romano, que podéis apreciar en la fotografía y las llamadas "tetas de Liérganes" que son esos montes que aparecen al fondo y cuyo nombre no necesita más explicación.


Acudir al balneario de Liérganes es realizar un viaje en el tiempo, pues conserva todo el encanto de un balneario del principios de siglo: los mosaicos de suelos, paredes, los letreros...


Llamado de la Fuente Santa o Fuensanta, de sus aguas se tienen noticias desde 1670, pero es a partir del siglo XIX cuando inicia su mayor desarrollo.

Su fama fue máxima entre 1921 y 1927, años en los que los Reyes de España utilizaron sus instalaciones, aprovechando su estancia vacacional en el Palacio de la Magdalena de Santander.


El hotel y el balneario son dos edificios diferentes que se conectan mediante una pasarela situada en el primer piso del hotel. En la primera foto del post podéis observar el hotel y este sería el edificio del balneario:

Además todo el entorno se encuentra rodeado de una magnífica arboleda que invita al sosiego de un tranquilo paseo otoñal.

El hotel tiene remodeladísima su fachada y entrada


pero según vas subiendo los pisos talmente parece que te encuentras en el hotel de "El Resplandor"...

Sin embargo, aunque pueda parecer lúgubre, a mi no me desagradó en absoluto, como os decía antes, era como viajar en el tiempo. De hecho, tiene auténticas piezas de museo por los pasillos, como esta máquina de coser...

Hasta una auténtica centralita telefónica de esas con diferentes ganchos e interruptores...

El circuito concretamente que hicimos fue el romano-irlandés, un nombre mu raro para un cirtuito más normal de lo que pareciera.
Podéis encontrar más información sobre los diversos circuitos en la página web del balneario.
Primero nos sumergimos en una bañera de agua caliente para dos que nos cubría hasta el cuello para pasar después a la sauna seca (menos mal, porque la húmeda no la soporto, me da una bajada de tensión...).

Para quitar el calor de la sauna una ducha fría multichorro (puffff, entrar y salir para mí) y después a relajarse en los sillones calientes.

A continuación nos tumbamos en una camilla y nos envolvieron en lodo (sólo por la parte de atrás, nos envolvieron en plástico, una manta por encima y a relajarse otra vez...

Para finalizar te quitan el lodo con un chorro fuerte de agua calentita y al jacuzzi. En total 1 hora y cuarto que pasó en un suspiro y que nos dejó con ganas de repetir.

De hecho a los dos días volvimos con las niñas, pero no al balneario, pero eso lo dejaremos para el próximo post...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Al menos te consolaste del enorme disgusto. Tengo ganas yo de cuidarme un poquito con algo de eso que enseñas.Me encantaba ir al hamman en Marruecos y salía de allí con una piel nueva y mucha alegría jajajaja
Inma

Cloti Montes dijo...

Ay, Su, no sabes la alegría que me da leer esta entrada, que me dejaste preocupada.
Bsssssssssss
Cloti

Anónimo dijo...

Precioso el lugar, si te gusta el estilo no dejes de venir por aquí y visitar el Palacio de las Salinas en Medina del Campo.
Palacio de las salinas

Geno dijo...

La verdad es que parece sacado de una película antigua. Suena muy bien ese circuito que cuentas ainssss

Susana dijo...

Esto de los balnearios es un gran invento! Una experiencia que hay que vivir. Nosotros hemos disfrutado mucho y pensamos repetir. Tomo buena nota del Palacio de las Salinas que tiene una pinta fabulosa y además no nos pilla muy lejos.
Bueno, no fue Londres pero gracias a Dios tenemos una gran capacidad para sobreponernos y sacar provecho de cualquier cosa...

OLATZ dijo...

Yo tengo que ir ahí.....me ha encantado.
Nosotros tenemos uno de de ese estilo y época relativamente cerca de Bilbao.Es de los de retroceder a la belle epoque, es el de Zestoa (cerca Zumaia, Zarauz, Azpeitia y Loyola) .El paraje no tiene desperdicio.....y el balneario......tampoco.

Shirat dijo...

Yo soy muy de balnearios, y al de Cestona he ido durante años. Para mí es indispensable ir sola y con un buen libro, así desconectas seguro.

Hace casi ocho años que no he vuelto, y la verdad es que lo estoy deseando pero de momento no podrá ser.

El que describes me parece maravilloso, con esos mosaicos y ese sabor a otra época. ¡Qué bien que pudisteis relajaros y olvidaros del mal rato!

chema dijo...

susana, al pueblo de liérganes, que a mí me tiene enamorado, le dediqué una entrada en septiembre que la titulé 'fin del verano'. estuvimos visitando sus calles y vimos el balneario también, aunque sólo por fuera. por dentro es impresionante...
conocemos también el balneario de corconte, que cae dentro de la provincia de burgos, pero por muy poco. ése está bien aunque necesitaría algo de restauración...

anele dijo...

Menos mal que pudisteis aprovechar el fin de semana, porque después del disgusto...
Nunca he estado en ninguno pero a veces me escapo a los baños árabes que tenemos aquí: relajación asegurada.

Rosana dijo...

Hola Susana, qué bonito es Liérganes, verdad??? A mí me parece un pueblo encantador en todo su conjunto, con unos sitios preciosos que visitar. Me encanta "La giraldilla" también. Es genial en verano su jardín!
Besos

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