viernes, 1 de enero de 2010

Año Nuevo Vida Nueva

Y con el Nuevo Año un nuevo vestido para el blog. Aunque con el cambio de ropa he perdido los enlaces de vuestros blogs. Como al final hemos formado una comunidad bloguera maravillosa en la que todos estamos enlazados he conseguido recuperarlos casi todos, pero algunos se me han quedado en el tintero, por favor no os molestéis que en ningún caso he querido quitaros, así que si alguien se nota en falta que no dude en decírmelo para que le añada otra vez: me estoy acordando ahora de Nadia, de Mónica... pero se que hay más, escribidme vuestros blogs otra vez, please.

Para iniciar el año os dejo una pequeña historia que nos leyeron este año en la cena de Navidad de profesores y que me pareció preciosa y muy oportuna ahora que se acercan Sus Majestades de Oriente, se titula:

"Los regalos invisibles".



Tomás es un chico de siete años que vive con su mamá, una pobre costurera, en su solo cuarto, en una pequeña ciudad del norte de Escocia. La víspera de Navidad, en su cama, el chico espera, ansioso, la venida de Papá Noel. Según la costumbre de su país, ha colocado en la chimenea una gran media de lana, esperando encontrarla, a la mañana siguiente, llena de regalos.


Pero su mamá sabe que no habrá regalos de Navidad para Tomás por su falta de dinero. Para evitar su desilusión, le explica que hay bienes visibles, que se compran con dinero, y bienes invisibles, que no se compran, ni se venden, ni se ven, pero que lo hacen a uno muy feliz: como el cariño de la mamá, por ejemplo.


Al día siguiente, Tomás despierta, corre a la chimenea y ve su media vacía. La recoge con emoción y alegría y se la muestra su mamá: "¡Está llena de bienes invisibles!", le dice, y se le ve feliz.


Por la tarde va Tomás al salón parroquial donde se reúnen los chicos, cada cual mostrando orgulloso su regalo. "¿Y a ti, Tomás, qué te ha traído Papá Noel?", le preguntan.


Tomás muestra feliz su media vacía: "¡A mí me ha traído bienes invisibles!", contesta. Los chicos se ríen de él. Entre ellos Federico un niño consentido quien tiene el mejor regalo pero no es feliz. Por envidia sus compañeros le hacen burla porque su lindo auto a pedal no tiene marcha atrás, y enfurecido destruye el valioso juguete.


El papá de Federico se aflige, y se pregunta como podría darle gusto a su hijo. En eso ve a Tomás sentado en un rincón, feliz con su media vacía. Le pregunta: "¿Que te ha traído Papá Noel?"
"A mí bienes invisibles", contesta Tomás ante la sorpresa del papá de Federico, y le explica que no se ven, ni se compran, ni se venden, como el cariño de una mamá.


El papá de Federico comprendió. Los muchos regalos visibles y vistosos no habían logrado la felicidad de su hijo. Tomás había descubierto, gracias a su mamá, el camino a la felicidad.

12 comentarios:

chema dijo...

feliz 2010, susana!!
te ha quedado preciso el nuevo diseño del blog, cómo te lo has trabajado!
la historia es muy aleccionadora. cuando se carece de esos bienes invisibles, ningún bien visible te dará la felicidad.
besos y mis mejores deseos para el nuevo año.

Inma dijo...

El blog está superchulo!!!
Supongo, que como todo está en el término medio, bienes visibles y también de los invisibles. Unos sin otros no tienen valor porque un niño muy querido pero sin juguetes tampoco sería feliz del todo.

Geno dijo...

Preciosa historia, Susana
Ah y genial el nuevo diseño de tu blgo, te ha quedado muy bien

BLAS dijo...

Pensaba que me había equivocado de enlace!! Buen comienzo de año, empezando por tu blog. Te ha quedado preciosa tu casita, muy acogedora :D
Respecto al relato, es estupendo, aunque no quiero ni pensar la cara de mi hijo si se encontrara sin ningún regalo el día de Reyes, pero está claro que la madre de Tomás era una estupenda educadora. Quien da pena en este cuento es el padre de Federico, la verdad. Debe ser un desconsuelo dar todo lo que se pueda por los hijos y darte cuenta que lo has hecho mal.

Muchos besos guapa, y que pases el resto del año tan bien como lo has comenzado!

Anónimo dijo...

Qué bonito el nuevo diseño, agradécele a quien te haya ayudado con él si te ha ayudado alguien, porque debe ser una persona estupenda que no duda en ayudar a los demás con sus amplios conocimientos de maquetación ;)

Fdo: Una persona anónima :P

Susana dijo...

REalmente es dificil encontrar el equilibrio, a mi se me van los ojos viendo cosas para las niñas, imaginando sus ojitos al recibirlas... pero tengo que controlarme, realmente darles todo lo que quieran, aunque puedas permitírtelo no es bueno para ellos.
Al anónimo le agradezco su ayuda en la nueva maquetación de la página, cómo no!!!! La verdad es que era una cosa tan complicada que ahora entiendo que tardaras tanto en hacerlo... jejeje.

Cloti Montes dijo...

Yo soy de las que opinan que sufre infinitamente más el padre que no puede proveer que el hijo que no recibe. El cuento es precioso Susana, me gustaría hacer una versión algún día.
Feliz año
Bs
Cloti

Shirat dijo...

Feliz Año Nuevo, Susana.

Precioso tu nuevo blog. La entrada es muy oportuna tal y como estamos en estos tiempos que corren en los que parece que todo es comprar y comprar. Estoy de acuerdo contigo en que a los mayores se nos van los ojos viendo la cantidad de cosas bonitas que hay para regalar a los peques por mucho que queramos controlarnos.

Creo que todos valoramos los bienes invisibles, pero al final nos puede el consumismo. El amor de tus padres es algo que no tiene precio, es algo realmente único, quien lo tiene lo da por hecho y quizá no lo valora lo suficiente, y quienes carecen de ese afecto y esa comunicación intentan suplirlo de otra manera. Qué pena. Desgraciadamente cada vez hay más Federicos en nuestras guarderías y colegios.

Un beso fuerte. Os deseo a tu familia y a ti lo mejor para el 2010.

Candela dijo...

Te ha quedado muy bien el diseño, ya vamos todos personalizando un poquito los blogs...

OLATZ dijo...

El cambio de vestido ha sido un acierto.
El cuento no hace más que contar una gran verdad.......son cosas que no se ven las que nos hacen felices......(eso es así)
Un beso y Feliz Año Nuevo.
Me he alegrado al verme en la lista de los blogs recuperados......vamos, que "yo sí estoy".

anele dijo...

Una bonita historia.
Creo que cada año fomentamos más el consumismo entre los más pequeños.

Antes bastaban unos pocos regalos en Reyes, ahora parece que si no se llena el salón de regalos se van a sentir frustrados. Es "obligación" que reciban absolutamente TODO lo que pidieron en la carta.
Reuerdo que a mí siempre me faltaban cosas pero mis regalos eran estupendos, no obstante; y
no arrastro ningún trauma infantil.

Por cierto, me gusta tu nueva casa.

Ana Cris dijo...

Me ha encantado el cuento, es chulísimo... Me lo apunto yo para contarlo el año que viene ;)

¡Felicidades por el nuevo diseño! y ¡Feliz 2010!

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