lunes, 9 de noviembre de 2009

La amistad I parte: La amistad en la infancia.

Chema pensó en mi para darme un precioso premio sobre la amistad, cuyas reglas son las siguientes:
1. mencionar a la persona que te ha dado el premio y enlazar su blog.
2. conceder este premio a varios blogs.
3. responder al siguiente cuestionario, que consiste en citar:
- varias cosas (entre tres y cinco) que más valoras en la amistad.
- varios recuerdos relacionados con la amistad.
- varias cualidades que tienen en común tus amigos.
- varias cualidades que no tengas y que te gustaría tener.
4. Copiar el texto en que se explica el motivo del premio y sus normas.
Todo esto me ha hecho pensar mucho sobre lo que ha supuesto la amistad en mi vida y cómo ha cambiado con el paso de los años.
Me gustaría compartir con vosotros estas pequeñas reflexiones, en las que puede que os sintáis (o no) identificados.

Las primeras amistades:
Los recuerdos que guardo de mis primeras amistades no son muchos pero son todos muy agradables. Lo que más recuerdo son los cumpleaños (sí, esa que está ahí enseñando la campanilla soy yo...). Al principio, antes de tener unos amigos más definidos los invitados a mi cumple eran una amalgama de primos, hijos de amigos de mis padres, vecinos y un par de niñas de mi clase.
Recuerdo los ganchitos naranjas, los sanwiches de jamón y queso rebozados, las medias noches de margarina y chorizo, la tarta... y los detallitos que regalábamos en cada cumple.
Recuerdo a Paula como amiga inseparable desde que entramos en el cole con cuatro añitos y mi vecina Ana Belén con la que bajaba al patio a jugar a "los cacharritos": las hojas más grandes eran filetes, las hierbecitas espaguetis, si rascabas la pared sacabas la sal...
Aquí estamos las dos vestidas de enfermeras en un cumpleaños (atención al papel del salón... auténtico, auténtico).
En estas primeras amistades, ahora ya como maestra, he podido observar grandes diferencias entre los niños y las niñas.

Ellos se juntan para jugar al futbol o a los coches, el juego es lo que les une y si tienen alguna discrepancia una buena pelea y asunto solucionado, al momento tan amigos.

Pero... ¡ay, las niñas...! Nuestra mente va mucho más allá que la de ellos, que no tienen malicia ni envés. Las niñas de cinco añitos de edad son capaces de las mayores intrigas palaciegas, de hacer el vacío a una del grupo por la causa más superficial u obligarla a vestir de determinada forma bajo la "presión del grupo"...

Una vez asistí asombrada a una auténtica maquinación maquiavélica: tres niñas llorando desconsoladas porque una cuarta les había pegado... ¡¡¡y era mentira!!!!

Claro, que aún peor es lo que vivió mi hermano también con unos 4 añitos. Una niña de su clase fue diciendo a sus padres que mi hermano le levantaba las faldas para verle las bragas y que una vez había llegado hasta a bajárselas. Mi hermano no sabía cómo repetir que aquello era mentira...

Al final resultó que la niña quería vengarse de mi hermano porque le estaba "quitando" al chico que le gustaba de estar con ella (el chico que le gustaba era el amigo íntimo de mi hermano).

En fins, que me fui por las ramas como siempre y yo lo que quería decir es que ya en la primera infancia se observan diferencias entre la amistad entre niños y niñas.

Si bien al comienzo les da igual el sexo y juegan juntos por igual, a medida que van pasando los años se van "organizando" por sexos.

Aunque aquí tiene mucho que ver el tipo de juego que le guste al niño/a en cuestion. He tenido niñas-chicote en clase a las que les encanta jugar al futbol y a los coches y por esta razón siempre van con niños. En Infantil no hay problema, pero a medida que avanzan los años si no han establecido relaciones con las chicas luego les resulta más dificil.

Y lo mismo ocurre al contrario con chicos que son más de juegos tranquilos y que disfrutan mucho más jugando a los bebés que dándole patadas a un balón.

Pero esta separación por sexos tiene un tiempo de finalización porque cuando llega la adolescencia... nos volvemos a juntar y es aquí donde la amistad cobra un papel fundamental.

Y a todo esto yo me he enrollado como siempre y no he seguido las reglas del premio, pero es que este tema da mucho de sí, de hecho creo que lo voy a dejar en este primer capítulo (que me reclaman mis hijas) y mañana continuaré con... La amistad en la adolescencia.

8 comentarios:

KIRA dijo...

Un premio que te ha sido concedido con mucho cariño y que te mereces de verdad!!!
Con todo lo que has contado me siento identificada tanto por mi misma como por mis hijas (sobre todo con la grande 9 añitos) yo siempre me he llevado mejor con los niños que con las niñas, eso de ir todo el dia "repipi" ser super-finolis y andar maquinando a quien "j*robarle" el dia no iba conmigo, ademas al cole siempre iba y venia con mi primo Alberto (2años mayor que yo) pero como bien dices eso no quita para que en su momento encontrara a mi gran y buena amiga "Rosa" eramos vecinas, viviamos en la misma calle, aunque ella es un año mas pequeña que yo, y es totalmente opuesta a mi yo un nervio y un terremoto, ella tranquila y la paciencia en persona, pero lo pasabamos genial... luego segun fuimos creciendo se unieron Ana, Micaela, Isa y Cris no tengo contacto con todas ellas pero con Rosa y Micaela si nos vemos alguna que otra vez...
Pero veo que las historias de los padres se repiten en los hijos, seran los genes, pues mi hija mayor se encuentra mejor con los chicos (su mejor amigo/a es un chico Joel) que con la "arpia" de amiga que tenia hasta hace poco... una niña que para lo unico que sirve es para amargarle la vida a los demas, maquinando, acosando, amenazando a todo aquel que no se doblega ante ella y su ley.
Se que mi hija lo esta pasando muy mal, la suerte es que solo tiene que verla en el colegio y la evita todo lo que puede, pues yo ya he roto todos los lazos que nos unian a ella, actividades extraescolares juntas, salidas de findesemana con sus padres...(eramos amigos) que al final hemos acabado por no hablarnos con ellos y todo por culpa de la niña...
Recuerdo que con 5 o 6 añitos le explicaba a mi hija (una noche que se quedo a dormir en casa) como se hacian los bebes, mi marido y yo escuchandolo "flipabamos" no lo podiamos creer y mi hija diciendo: "Que asco... que asco"
Pero como mi hija ahora no juega o se relaciona con ella, a la "santa" niña se le ha metido en la cabeza que nadie juegue con mi hija y amenaza o amarga a todo aquel que lo intenta, menos mal que con los niños no puede y alguna que otra niña tambien pasa de ella.
Ahora tiene una nueva "amiga" que era muy amiga de mi hija tambien y la pobre chica cuando mi hija la invita a venir a casa a comer o a dormir le dice: "Me gustaria mucho, pero no puedo si se entera "fulanita" se enfadara mucho y no sera mi amiga..."
Miedo me da cuando esta "criatura" por llamarla de algun modo crezca un par de añitos, miedo me da...
Siento el rollo que te he metido Susana, se supone que este premio era para celebrar lo bueno de la amistad... pues mira voy a acabar con la parte buena, cuando mi hija fue a catequesis tuvo la suerte de coincidir con una niña que vive en nuestro mismo bloque pero en otro portal y son ahora muy buenas amigas... todo no va a ser malo en esta vida verdad???
BSTS Y DISFRUTA TU PREMIO TE LO MERECES!!!

Inma dijo...

La amistad es bonita a cualquier edad, pero en la adolescencia es tan profunda que te marca de por vida. Es difícil que de mayor hagas amigos tan de verdad como los que haces en la adolescencia ¿No os ha pasado?

chema dijo...

susana, de algún modo has seguido las reglas de otra manera, ya que has hablado de la amistad en los niños, cuya psicología conoces bien. :)
cuando estaba en preescolar, una niña de clase que se llamaba arancha me invitó a su cumpleaños. hicieron una representación con muñecos de guiñol. hay que ver cómo se lo curraron! mi madre siempre me dice en broma que esa arancha fue mi primera amiga, jejejeje.
pe pequeño era muy tranquilo, pero las cosas que me gustaban eran de niño totalmente. era muy aficionado a los coches, y siempre me regalaban coches en miniatura. me gustaba que se les abrieran cuantas más cosas mejor: las puertas, el maletero, el capó...
los tebeos que leía, que me encantaban, eran de mortadelo y filemón, zipi y zape y esas cosas. a mi hermana le veía sus tebeos de esther, pero no me interesaban para nada, eran de niña, ughs. ;)
en cuanto a la amistad... bueno, después de preescolar fui a un colegio que era sólo de chicos. llegar a la universidad y tener chicas en clase era toda una novedad. y eso que en mi carrera había bastantes más chicos que chicas. al final, he acabado conectando muy bien con las chicas, ahora tengo más amigas que amigos.

Shirat dijo...

Lo de las niñas maquiavélicas es totalmente cierto. No sé. Creo que es poque la naturaleza nos ha dotado de armas específicas para luchar, ya que no tenemos la fuerza bruta de los chicos. Vamos, que como en una lucha cuerpo a cuerpo tenemos las de perder contra ellos, hemos desarrollado otras formas de agresión. Qué miedo.

He sido siempre muy introvertida y nunca tuve más de uno o dos amigos en mi infancia. No tengo recuerdos concretos de malos rollos entre la gente que me rodeaba, pero supongo que habría de todo. La verdad es que yo era muy rarita y me relacionaba poco. Qué puñetas. Y sigo siendo rarita y sigo relacionándome poco.

Ana I. dijo...

¡Felicidades por el premio en primer lugar! es muy merecido y además es un premio especial por ser estheriano.
Qué razón tienes en todo lo que cuentas! Corroboro todo lo que dices. Lo he visto en los coles pero tambien lo he vivido en primera persona. Santi es muy auténtico aunque es un poco bruto. Lo arregla todo por la fuerza bruta, pero sin rencores. Cariñoso y sin dobleces. Enma, a sus tiernos 21 meses, se perfila de otra manera. Es una chivatona sin casi saber hablar, y aunque adora a su hermano, exagera hasta el infinito cuando Santi le da una palmadita "cariñosa". Desde luego que los niños se complican menos. En el parque es fácil observar estas cosas...ay las mujeres como somos!!!
Respecto a lo de la adolescencia, opino como Inma. Todo se vive muy intensamente y las amistades no son menos. Adoras a tus amigos y el sentido de la lealtad está muy desarrollado, pero los enfados son a muerte. Yo tuve una adolescencia muy viva, y la recuerdo como una de las mejores épocas de mi vida a pesar de lo que se sufre.
Un besito enorme Susana!!!!! esperamos tu continuación!
Por cierto, me encanta la foto de la campanilla, ja ja ja!!!

anele dijo...

Ay por Dios, esos "ganchitos" y las mediasnoches... Ahora se celebra en el Burguer y no hay color!!!
¿Y ese disfrz de enfermera????? Pero si es igualito que el de la Nancy, clavaíto!!
Anda que la niña que se vengó de tu hermano ya apuntaba maneras, menudo bicho; esa de inocente infante tenía bien poco.
Estas son las que de adultas denuncian (falsamente )al marido por malos tratos (que conozco yo un caso).

Mª Carmen dijo...

hola Susana!!! Cómo me reído con tu foto de la campanilla...y no digamos con ese papel tan auténtico y que tantos recuerdos me trae. Me ha encantado el post y veo que no soy la única a que el otoño pone melancólica.

Yo ando líada liadísima y un poco difusa, así que sigo leyéndos pero me cuesta meter el post.

Tengo una niña de cuatro años y sí veo muy diferentes a las niñas de los niños...cada uno utiliza las armas que su naturaleza le dá!! Mi hija tiene en clase una amiga-amiguísima (se llaman entre ellas las gemelas)!!! Menudo peligro...eso sí yo estoy seguido recalcándole que hay que tener más amigos y relacionarse y compartir con todos. Espero que a base de predicar algo le quede!! no????

Bicos moitos, espero ansiosa el segundo post

Geno dijo...

Primero ¡felicidades por el premio! y después, totalmente identificada con lo que cuentas: esos cumpleaños con ganchitos (que haora ya no saben igual, jejejejje, los niños jugando al futbol(aunque yo me unía a la mínima) y las niñas a los cacharrito... Y flipando con lo que has contado Kira ¡menuda "amiga" la que tenía tu hija ¡madre miiiiiaaaaa!

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